Por Ernesto De Paola
La Organización Techint, con una inexplicable demora de 24 horas, salió a desmentir “en forma categórica” el revuelo que desató en el puerto de Campana la información adelantada ayer en exclusiva por BAE de que un embarque de tubos sin costura para uso petrolero, hipotéticamente vendido a Egipto, iba en realidad a ser desviado hacia Malvinas.
Ayer, el Gobierno nacional informó haber impedido la salida de un cargamento de tubos para uso petrolero, embarcada en un buque de bandera extranjera, que en días anteriores había incuestionablemente operado en aguas del archipiélago de las Malvinas.
La Cancillería precisó que “a raíz de investigaciones realizadas por diferentes áreas del Gobierno nacional pudo saberse que el buque ‘Thor leader’ iba a ser empleado en el puerto de Campana para transportar un cargamento de tubos sin costura producido en la Argentina” por Tenaris Siderca.
El texto del comunicado emitido por el Palacio San Martín agrega que “la materialización del embarque fue prohibido por la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables por haber incurrido en contravenciones a las normas relativas a operaciones portuarias vigentes en la Argentina”.
Como prueba de la audaz maniobra por cometerse, “los registros de navegación del buque indicaban que en enero último operó en Puerto Argentino, sin que obren constancias de haber sido despachado por las autoridades portuarias argentinas competentes”.
La medida se fundamenta, además, en la disposición transitoria 1a de la Constitución Nacional y en la Ley de Líneas de Base y Espacios Marítimos”.
El comunicado detalla que “existen evidencias de que dicho buque fue utilizado para el abastecimiento de insumos vinculados a las actividades de la industria petrolera promovidas ilegítimamente por el Reino Unido en las islas Malvinas”.
La conmoción política que desató en el país el unilateral y provocador anuncio del gobierno kelper de lanzar nuevas exploraciones de hidrocarburos en aguas de la plataforma continental argentina, maniobra que nunca puede haberse resuelto encarar sin la debida connivencia del gobierno del primer ministro Gordon Brown, no dejó de causar fuerte preocupación sobre el clima de negocios que mantienen desde hace años relevantes grupos inversores del ámbito energético, como BP y British Gas.
La tradicional compostura diplomática y rigurosidad de negocios que siempre evidenciaron esos inversores de fuste fue también propia de otros como National Grid, ex operadora de Transener, la cual si bien resolvió abandonar su presencia en el país hace casi siete años nunca antepuso una demanda ante el CIADI.
En cuanto al perfil de la Organización Techint, controlante de Tenaris Siderca, cuyas instalaciones ubicadas en Campana tienen capacidad para producir 850.000 toneladas anuales de ese producto siderúrgico, pero que actualmente trabaja al 50% de su capacidad instalada, y que además es dueña de otras plantas similares ubicadas en San Pablo (Confab), Algoma Tubes (Canadá), Dalmine (Italia), NKK Tubes de Japón, la mexicana Tamsa, la norteamericana Maverick y otra planta de menor calibre en Rumania, tiene en todo el conjunto de sus establecimientos dispersos en el mundo capacidad como para volcar al mercado internacional casi 3 millones de toneladas de tubos sin costura.
Además, elabora otras 850.000 toneladas de tubos con costura como las que produce la local Siat.
Aunque la Organización Techint salió ayer con tardanza al cruce de la noticia de BAE que desde horas bien tempranas del martes había ganado los ámbitos oficiales del sector energético, lo cierto es que ese grupo fabril es un actor protagónico en la producción mundial de tubos sin costura al punto de contribuir al comercio mundial de ese insumo para uso petrolero (OCTG) con el 30% de la demanda de años normales, como los acaecidos con anterioridad al estallido, en septiembre de 2008, de la crisis financiera global.
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